ARCOS ROMANOS

En la grandiosa iglesia romana
se aglomeraron los turistas en la penumbra.
Cúpula abierta tras cúpula y sin panorámica.
Algunas llamas de cirios titilaron.
Un ángel sin semblante me envolvió
Y me susurró a través de todo el cuerpo:
“No te avergüences de ser persona, ¡sé orgulloso!
Dentro de ti se abre cúpula tras cúpula infinitamente
Tú nunca estarás completo, y así es como debe ser.”
Las lágrimas me cegaron
Y fui empujado a la soleada piazzan
Junto a Mr y Mrs Jones,
Herr Tanaka y Signora Sabatini,
Y dentro de todos ellos se abrió cúpula tras cúpula infinitamente.
Thomas Tranströmer. Premio Nobel de Literatura 2011
www.terapiaracional.com