“La acentuación del mandamiento «no matarás» nos ofrece la seguridad de que descendemos de una larguísima serie de generaciones de asesinos que llevan el placer de matar, como quizá aún nosotros mismos, en la masa de la sangre.” Freud, Sigmund, El malestar en la cultura, [Trad. de Risieri Frondizi], Alianza Editorial, 1970, p. 170.
